La Malaroplastia consiste en el aumento de los pómulos mediante la introducción de material sintético, prótesis de silicona rígida, a través de una incisión en el interior de la boca.

Existe otra vía de acceso, por detrás del pelo a nivel del pómulo o malar. Si bien esta vía es la más practicada por ser menos laboriosa para el cirujano, nuestra preferencia es la vía por la parte interior de la boca, ya que ofrece mejores resultados para el paciente, porque la cicatriz no se ve.

Puede durar alrededor de una hora y se realiza con anestesia local o local con sedación. Durante la cirugía no sentirás ningún dolor.

Es una intervención muy favorecedora. Los resultados son visibles cuando remite la inflamación. El resultado con las prótesis es permanente. También existe la posibilidad de un relleno dérmico en la zona, cuya duración no es permanente, aproximadamente de 12 a 18 meses.

Todos los pacientes que deseen modificar la estructura facial de la zona de los pómulos pueden tener acceso a esta cirugía. Se consideran candidatos a una Malarplastia:

• Pacientes que deseen un aumento de pómulos como consecuencia  del envejecimiento facial, restaurando el volumen óseo.

• Pacientes que deseen modificar la presencia de una nariz grande que sobresalga, labios muy gruesos, ojos caídos, presencia de bolsas en los párpados inferiores y exceso de pliegues alrededor de la nariz u ojos

• Pacientes que deseen suavizar el pliegue naso labial.

La intervención normalmente provoca un edema o hinchazón que empieza a disminuir a partir de la semana. No es doloroso. La mayoría de los pacientes describen alguna molestia o tirantez, fácilmente controlables con analgésicos. Durante los primeros días se recomienda dieta blanda y aplicarse frío en la zona para ayudar a que se inflame lo menos posible. Se debe evitar realizar actividades físicas durante un mes.

La cirugía de pómulos permite armonizar las estructuras faciales y embellecer el rostro, atenuar las arrugas, y corregir asimetrías del tercio medio.